La preservación de la fertilidad se refiere al proceso de congelar los óvulos, esperma o embriones para su uso futuro. Esta técnica es especialmente útil para personas que desean posponer la maternidad/paternidad por razones médicas, como el tratamiento del cáncer, o por motivos personales, como la planificación familiar. También puede ser una opción para aquellas personas que desean proteger su capacidad reproductiva antes de someterse a procedimientos médicos o cirugías que puedan afectar su fertilidad.

El diagnóstico genético preimplantacional (PGD) es una técnica que se utiliza durante la FIV para analizar los embriones antes de su transferencia al útero. Permite identificar posibles anomalías genéticas o cromosómicas en los embriones, lo que ayuda a seleccionar aquellos que tienen un menor riesgo de transmitir enfermedades genéticas a la descendencia. De esta manera, el PGD puede aumentar las posibilidades de lograr un embarazo exitoso y reducir el riesgo de enfermedades genéticas en los niños.